“¿Qué quieres que haga por ti?” le preguntó Jesús. “Maestro”, le dijo a Jesús, “¡Quiero ver!”
Esa noche Dios se le apareció a Salomón y le dijo: “Pide lo que quieras que te dé”.
A ellos les gusta que los saluden con respeto en las plazas del mercado, y que la gente les llame ‘Rabí’.
“No dejen que la gente los llame ‘Rabí’. El Gran Maestro de ustedes es solo uno, y ustedes son todos hermanos.
No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan incluso antes de que ustedes se lo pidan.
“Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen a la puerta y la puerta se abrirá para ustedes.
“¿Qué quieren que haga por ustedes?” respondió Jesús.
Bartimeo se levantó de un salto, tiró su abrigo al suelo, y se apresuró a llegar donde estaba Jesús.
Jesús le dijo: “María”. Ella se dirigió hacia él y dijo: “Rabboni”, que significa “Maestro” en hebreo.
Entonces el comandante tomó al joven de la mano y lo llevó aparte. “¿Qué tienes que decirme?” le preguntó en voz baja.
No se preocupen por nada, sino oren a Dios por todas las cosas, y explíquenle lo que necesitan, y agradézcanle por todo lo que él hace.