Díganle al propietario de la casa: ‘El maestro te manda a preguntar: “¿Dónde está el comedor donde yo pueda ir a cenar con mis discípulos?” ’
Si alguien les pregunta qué hacen, solo díganle: ‘El Señor los necesita’, y ellos los enviarán de inmediato”.
y cuando él entre a una casa, pregúntenle al dueño dónde puedo yo celebrar con mis discípulos la Pascua.
Y si alguien les pregunta: ‘¿Por qué lo están desatando?’ solo digan: ‘El Señor lo necesita’”.
Entonces los discípulos respondieron; “El Señor lo necesita”.
Cuando Jesús llegó hasta allí, miró hacia arriba y dijo: “¡Zaqueo, bájate de allí pronto! Necesito quedarme en tu casa esta noche”.
Él respondió: “Cuando entren a la ciudad se encontrarán con un hombre que lleva una vasija con agua. Síganlo y entren a la casa donde él entre.
Él les mostrará un salón grande que está arriba y que tiene los muebles necesarios. Preparen allí la cena”.
Cuando ella terminó de decir esto, fue y le dijo a su hermana María, en privado: “El Maestro está aquí y ha dicho que quiere verte”.
Mira, yo estoy tocando a la puerta. Si alguno oye mi llamado y abre la puerta, entraré y comeré con él, y él conmigo.