Cuantos más años queden, más pagarán; cuantos menos años queden, menos pagarán, porque en realidad les está vendiendo un número determinado de cosechas.
El interesado y su comprador calcularán el tiempo desde el año de la venta hasta el año del jubileo. El precio dependerá del número de años, calculado con la tarifa diaria de un trabajador asalariado.
Pero si dedicas tu campo después del Jubileo, el sacerdote calculará el valor dependiendo del número de años que queden hasta el siguiente Año Jubilar, reduciendo así el valor.