Dedicarás el año cincuenta y anunciarás la libertad en todo el país para todos los que viven allí. Este será su Jubileo, cuando cada uno de ustedes vuelva a reclamar su propiedad y a formar parte de su familia una vez más.
Si no pueden reunir lo suficiente para pagar a la persona por la tierra, el comprador seguirá siendo su propietario hasta el Año Jubilar. Pero en el Jubileo la tierra será devuelta para que el propietario original pueda volver a su propiedad.
Pues él se entregó a sí mismo por nosotros, para podernos libertar de toda nuestra maldad, y para limpiarnos para él, como un pueblo que le pertenece, y que está dispuesto a hacer el bien.