Sin embargo, si no tienen a nadie que pueda volver a comprarla, pero mientras tanto su situación financiera mejora y tienen suficiente para volver a comprar la tierra,
Si no te alcanza para comprar un cordero, puedes ofrecer al Señor como compensación por tu pecado dos tórtolas o dos palomas jóvenes, una como ofrenda por el pecado y otra como holocausto.