Los vendedores nunca recuperarán el precio de compra mientras estén vivos. No voy a cambiar el plan que he revelado que se aplica a todos. Los que sigan pecando no sobrevivirán.
Pero las casas de las aldeas que no tienen muros a su alrededor deben ser tratadas como si estuvieran en el campo. Pueden ser compradas de nuevo, y serán devueltas en el Jubileo.
Y no solo la creación, sino que nosotros también, quienes tenemos un anticipo del Espíritu, y clamamos por dentro mientras esperamos que Dios nos “adopte”, que realice la redención de nuestros cuerpos.