Celebraránesta fiesta para honrar al Señor durante siete días cada año. Este reglamento es para todos los tiempos y para todas las generaciones futuras.
Sabemos que cuando esta “tienda de campaña” terrenal en la que vivimos sea derribada, tenemos una casa preparada por Dios, no hecha por manos humanas. Es eterna, y está en el cielo.