“Un hombre que se casa con una mujer y con su madre ha actuado de manera perversa. Deben ser quemados hasta la muerte para que no haya tal maldad entre ustedes.
No tengas sexo con una mujer y su hija. No tengas sexo con la hija de su hijo o la hija de su hija. Son sus parientes cercanos. Eso es algo que detesto.
Ellos pisotean las cabezas de los pobres en el polvo, y tratan a los necesitados con in justicia. Un hombre y su padre tienen relaciones sexuales con la misma criada, y profanan así mi nombre santo.
El que sea sorprendido en posesión de lo que fue apartado para la destrucción, será quemado con fuego, junto con todo lo que es suyo, porque rompió el acuerdo del Señor y cometió un acto terrible en Israel’”.
Entonces Josué dijo a Acán: “¿Por qué nos has traído tantos problemas? Hoy el Señor te traerá problemas”. Todos los israelitas apedrearon a Acán. Luego, cuando apedrearon a los demás, quemaron sus cuerpos.