El cuarto año todo el fruto debe ser dedicado al Señor como ofrenda de alabanza.
Honra al Señor con tu riqueza y con los primeros frutos de tus cosechas.
“Cuando entres en la tierra y plantes cualquier tipo de árbol frutal, trata la fruta al principio como impura. Durante tres años tienes prohibido comerlo.
Sin embargo, el quinto año podrán comer el fruto y así tendrán una cosecha aún mayor. Yo soy el Señor tu Dios.
Darán las primicias de su grano, vino nuevo y aceite de oliva, así como la primera lana esquilada de su rebaño.