Pero ahora debes elegir entre el pueblo hombres competentes, hombres que respeten a Dios y que sean dignos de confianza y no corruptos. Ponlos a cargo del pueblo como líderes de miles, cientos, cincuenta y decenas.
Entonces Pablo le dijo: “¡Dios te golpeará, hipócrita! ¡Te sientas allí para juzgarme conforme a tu ley, pero das orden para que me golpeen siendo que es infracción de la ley!”
No muestren ningún favoritismo cuando juzguen, traten de igual manera a los poderosos y a la gente común. No dejen que nadie los intimide, porque el juicio se hace en nombre de Dios. Tráiganme cualquier caso que sea demasiado duro para ustedes, y yo lo escucharé”.
Porque el Señor su Dios es Dios de los dioses y Señor de los señores. Él es el gran, poderoso y asombroso Dios. No muestra favoritismo y no acepta sobornos.
No perviertan la justicia ni muestren favoritismo. No aceptes un soborno, porque un soborno ciega a los sabios y tuerce las palabras de los verdaderos.