“Peroustedes deben hacer lo que yo os diga y guardar mis reglas. No deben hacer ninguno de estos actos repugnantes, ya sea un israelita o un extranjero que viva entre ustedes.
Incluso había prostitutas de culto en la tierra. Siguieron todas las prácticas repugnantes de las naciones que el Señor había expulsado ante los israelitas.
Debes aceptar mi demanda de que no sigas ninguna de estas prácticas repugnantes hechas antes de tu llegada. No se contaminen ni se hagan impuros. Yo soy el Señor su Dios”.
Las semillas que son sembradas en buena tierra son aquellos que son honestos y hacen lo correcto. Ellos oyen el mensaje de la verdad, se aferran a él, y por su perseverancia producen buena cosecha.
Observen sus preceptos y normas que les doy ahora mismo, para que les vaya bien a ustedes y a sus hijos, y para que tengan una larga vida en el país que el Señor su Dios les da para siempre.