el sacerdote hará que le traigan dos pájaros ceremoniales limpios, también algo de madera de cedro, hilo carmesí e hisopo, en nombre de la persona que se va a limpiar.
“Sin embargo, si cuando el sacerdote venga a inspeccionarla y encuentra que el moho no ha reaparecido después de que la casa haya sido tapizada, declarará la casa limpia porque el moho ha desaparecido.