el sacerdote debe venir a inspeccionarla. Si ve que el moho se ha extendido en la casa, es un moho dañino; la casa está sucia.
Si el moho vuelve y afecta de nuevo a la casa, incluso después de haber quitado las piedras y de haber raspado y vuelto a enlucir la casa,
“Yo he enviado esta maldición y entrará a la casa del ladrón, y a la casa del que jura con mentiras en mi nombre, declara el Señor Todopoderoso. La maldición permanecerá en esa casa y destruirá tanto las vigas como los ladrillos”.