porque yo soy el Señor su Dios; así que dedíquense y sean santos, porque yo soy santo. No se contaminen con ningún animal que se arrastre por el suelo.
“He oído las quejas de los israelitas. Diles: ‘Por la tarde comerás carne, y por la mañana tendrás todo el pan que quieras’. Entonces sabrán que yo soy el Señor su Dios”.
También debes darme el primogénito de tus vacas, ovejas y cabras. Podrás dejarlos con sus madres durante los primeros siete días, pero debes darmelos al octavo día.
“Ustedes deben ser un pueblo santo para mí. No coman ningún cadáver de animal que encuentren en el campo y que haya sido asesinado por animales salvajes. Láncenlos a los perros para que se lo coman”.
Moisés explicó a Aarón: “Esto es lo que el Señor estaba hablando cuando dijo: ‘Mostraré mi santidad a los que se acerquen a mí; revelaré mi gloria para que todos la vean’”. Pero Aarón no respondió.
Ustedes serán santos para mí porque yo soy santo. Yo soy el Señor, y los he hecho un pueblo distinto de todas las demás naciones. Ustedes me pertenecen.
Lo considerarán santo porque presenta las ofrendas de comida a su Dios. Él será santo para ti, porque yo soy santo. Yo soy el Señor, y te elegícomomi pueblo especial.
De esta manera serecordarán que deben guardar todos mis mandamientos y serán santos para Dios. Yo soy el Señor su Dios que los sacó de Egipto para ser su Dios.
En cambio, ustedes son una familia elegida de manera especial, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo que pertenece a Dios. Por eso, pueden revelar las cosas maravillosas que él ha hecho, al sacarlos de la oscuridad a su luz admirable.
Deja que los que no hacen el bien sigan su camino. Que los que son impuros sigan su camino. Que los que hacen lo recto, sigan haciendo lo recto. Y que los que son santos, sigan siendo santos”.