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Referencias Cruzadas

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Lamentaciones 2:3

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En su furia ha destruido todo el poder de Israel, negándose a ayudar cuando el enemigo atacaba. Ha sido como un fuego que arde en la tierra de Jacob, quemándolo todo.

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25 Referencias Cruzadas  

Me han abandonado y han ofrecido sacrificios a otros dioses, haciéndome enojar por todo lo que han hecho. Mi ira se derramará sobre este lugar y no se detendrá.

He sembrado tela de silicio para cubrir mi piel; mi fuerza yace rota en el polvo.

Haré el linaje de David aún más poderoso. He preparado una lámpara para mi ungido.

¿Por qué te abstienes de actuar? ¡Actúa ahora y destrúyelos!

Porque Dios dice: “Quebraré el poder de los malvados, pero aumentaré el poder de los justos”.

No, no sean arrogantes y orgullosos, insultando al cielo”.

¿Hasta cuándo, Señor? ¿Acaso estarás enojado con nosotros para siempre? ¿Hasta cuándo arderá tu ira?

La fidelidad de mi amor estarán con él, y con mi ayuda saldrá victorioso.

¿Por cuánto tiempo más, Señor? ¿Te esconderás de nosotros para siempre? ¿Dejarás a tu ira arder como fuego?

Su pueblo fuerte se convertirá en ceniza, y su trabajo será como una chispa. Arderán juntos, y nadie podrá apagar las llamas.

Así que derramó sobre ellos su furia y la violencia de la guerra. A pesar de que estaban rodeados de llamas, seguían sin entender. El fuego los abrasaba, pero seguían sin tomarse en serio la situación.

Voy a castigarte como te mereces por lo que has hecho, declara el Señor. Pondré tu bosque en el fuego y quemará todo lo que te rodea”.

Dedíquense al Señor; comprométanse totalmente con él, pueblo de Judá y Jerusalén. De lo contrario, mi ira arderá como el fuego, ardiendo con tanta fuerza que nadie podrá apagarla a causa del mal que has hecho.

La fuerza de Moab ha desaparecido; su poder ha sido quebrantado, declara el Señor.

Esto es lo que dice el Señor: ¡Mira! Mi ira se derramará sobre este país, sobre las personas y los animales, sobre los huertos y las cosechas del campo. Arderá y nadie podrá apagarlo.

Envió fuego del cielo que destruyó mis huesos. Extendió una red para atrapar mis pies y me hizo tropezar. Me abandonó, dejándome enferma todo el día.

El Señor ha dado plena expresión a su ira. Ha derramado su furia. Ha encendido un fuego en Sión, y ha quemado hasta sus mismos cimientos.

“Esto es lo que dice el Señor: En mi furia voy a enviar una tormenta de viento, lluvia torrencial y piedras de granizo para destruir el muro.

Aunque ha sonado la trompeta que llama a las armas, aunque se han hecho todos los preparativos, nadie está dispuesto a luchar, porque estoy enojado con todos.

¿Quién puede resistir su furia? ¿Quién puede soportar el ardor de su ira? Su enojo brota como fuego derretido y rompe las rocas en pedazos.

¡Tengan cuidado! Viene el día—ardiente como un horno—en el que los arrogantes y malvados serán quemados como la paja. Cuando llegue ese día, serán quemados por complete, desde la raíz hasta las ramas, dice el Señor Todopoderoso.

Nos ha dado un gran Salvador del linaje de su siervo David,

Tiene el aventador en su mano y está listo para separar el trigo de la paja en su trilla. Él reunirá el trigo en sus graneros, pero quemará la paja con un fuego que no puede apagarse”.

Mi ira se ha encendido, quemando hasta las profundidades de la tumba, destruyendo la tierra y todo lo que produce, incluso prendiendo fuego a los cimientos de las montañas.




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