Cuando trajeron a los reyes a Josué, éste convocó a todos los combatientes y dijo a los comandantes que habían ido con él: “Vengan aquí y pongan sus pies sobre los cuellos de estos reyes”. Así que se acercaron y les pusieron los pies en el cuello.
Zeba y Zalmuna le dijeron a Gedeón: “¡Vamos, hazlo tú! Muéstrate como un hombre y mátanos”. Entonces Gedeón se acercó y mató a Zeba y a Zalmuna, y tomó los adornos en forma de media luna del cuello de sus camellos.
Pero Samuel le dijo: “De la misma manera que tu espada ha dejado sin hijos a las mujeres, también tu madre quedará sin hijos entre las mujeres”. Entonces Samuel descuartizó a Agag ante el Señor en Gilgal.