Y el rey hizo un juramento, diciendo: “Vive el Señor, que me ha salvado de toda clase de problemas, tal como te juré anteriormente por el Señor, el Dios de Israel,
Entonces Gedeón les preguntó a Zeba y a Zalmuna: “¿Cómo eran los hombres que mataron en el Tabor?” “Se parecían a ustedes”, respondieron. “Cada uno de ellos tenía la estatura de un príncipe”.
Quédate aquí esta noche, y por la mañana si él quiere redimirte, pues bien, que lo haga. Pero si no lo hace, te prometo, en nombre del Señor vivo, que te redimiré. Acuéstate aquí hasta la mañana”.