La empuñadura entró con la hoja y la grasa se cerró sobre ella. Entonces Aod no sacó la espada, y el rey defecó.
Aod tomó su espada con la mano izquierda desde su muslo derecho y la clavó en el vientre de Eglón.
Entonces Aod cerró y echó el cerrojo a las puertas, y escapó por la letrina.