Asegúrate de que sean apedreados o disparados con flechas, pues no se les debe permitir vivir’. Sólo cuando escuchen un fuerte sonido de cuerno de carnero, el pueblo podrá subir a la montaña”.
Cuando escuchen un largo golpe en los cuernos de los carneros, todos darán un grito muy fuerte. Las murallas de la ciudad se derrumbarán, y todo el mundo podrá entrar”.
En cuanto el rey de Hai se percató de la situación, salió de madrugada con todos sus hombres para atacar a los israelitas en el mismo lugar donde lo habían hecho antes, en un lugar que daba al valle del Jordán. Él no sabía de la emboscada que les esperaba al otro lado de la ciudad.
En cuanto vieron esta señal, los hombres que estaban emboscados se levantaron y entraron corriendo en la ciudad. La capturaron y rápidamente le prendieron fuego.