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Referencias Cruzadas

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Jueces 16:28

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Sansón clamó al Señor: “Señor Dios, por favor acuérdate de mí y dame fuerzas. Por favor, Dios, hazlo sólo una vez más, para que con un acto pueda pagar a los filisteos en venganza por la pérdida de mis dos ojos”.

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19 Referencias Cruzadas  

Dios nuestro, ¿no los castigarás, porque no tenemos poder para enfrentar a un ejército tan grande que marcha contra nosotros? No sabemos qué hacer. Buscamos tu ayuda”.

¡Levántate, Señor! ¡Alza tu mano! No te olvides de los que no pueden defenderse.

Entonces clamé al Señor, “¡Dios, por favor, sálvame!”

En tu amor fiel, acaba con los que me odian, destruye a todos mis enemigos, porque soy tu siervo.

y llámenme cuando estén en problemas. Los rescataré, y me agradecerán”.

Cuando clamen a mí pro ayuda, Responderé; cuando estén en problemas, Estaré con ellos. Los salvaré y los honraré.

Tú sabes lo que me pasa, Señor. Por favor, acuérdate de mí y cuida de mí. Castiga a mis perseguidores. Por favor, ten paciencia, ¡no me dejes morir! Tú sabes que soporto las críticas porque quiero honrarte.

“Mientras mi vida se desvanecía, me acordé del Señor, y mi oración llegó a tu santo Templo.

Alexander, el herrero, me causó muchos problemas. Que Dios lo juzgue por lo que hizo.

¿Qué otro ejemplo podría mostrarles? El tiempo no me alcanza para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté; o sobre David, Samuel y los profetas.

Y clamaban, diciendo: “¿Hasta cuándo, Señor, que eres santo y verdadero, harás juicio y traerás justicia sobre aquellos en la tierra que derramaron nuestra sangre?”

Ahora tenía mucha sed, y Sansón clamó al Señor diciendo: “Tú has logrado esta asombrosa victoria por medio de tu siervo, pero ¿ahora tengo que morir de sed y ser capturado por los paganos?”

El templo estaba lleno de gente. Todos los gobernantes filisteos estaban allí, y en el techo estaba la gente común observando lo que hacía Sansón.

Sansón se acercó a los dos pilares centrales que sostenían el templo. Con la mano derecha apoyada en uno de los pilares y la izquierda en el otro,

¡Que todos tus enemigos mueran así, Señor! ¡Pero que los que te aman brillen como el sol en todo su esplendor! La tierra estuvo en paz por cuarenta años.




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