Entonces regresaron y atacaron a Enmispat (conocida también como Cades) y conquistaron todo el país que le pertenecía a los amalecitas, así como a los amorreos que vivían en Jazezón Tamar.
Los israelitas siguieron haciendo lo malo ante los ojos del Señor, así que el Señor los entregó a los filisteos para que los gobernaran durante cuarenta años.
Algunos vinieron de Efraín, tierra que solía pertenecer a los amalecitas; la tribu de Benjamín te siguió con sus hombres. Los comandantes vinieron de Maquir; de Zabulón vinieron los que llevan el bastón de mando de un militar.