El Señor respondió a su invitación y les entregó a los cananeos. Los israelitas los destruyeron completamente a ellos y a sus pueblos, y llamaron al lugar Horma.
Los hombres de Judá dijeron a sus parientes de la tribu de Simeón: “Vengan con nosotros a la tierra que nos ha sido asignada y luchen juntos con nosotros contra los cananeos. Entonces haremos lo mismo con ustedes y con la tierra que les fue asignada”. Así que la tribu de Simeón se unió a ellos.