¡No teman, no tengan miedo! ¿No les dije hace tiempo lo que iba a hacer? ¿No les expliqué lo que iba a hacer? Ustedes son mis testigos. ¿Hay algún otro Dios además de mí? No hay otra roca, ¡no conozco ninguna!
Porque nos nacerá un niño, se nos dará un hijo. Él llevará la responsabilidad de gobernar. Se llamará Consejero maravilloso, Dios poderoso, Padre eterno, Príncipe de la paz.
Pero de ti, Belén Efrata, (aunque eres solamente un lugar pequeño en Judá), nacerá un gobernante de Israel que hará mi voluntad. Su existencia es desde la eternidad pasada.
“Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo esté, para que puedan ver la gloria que me diste—porque tú me amaste antes de que el mundo fuera creado.
“Cuando ustedes hayan levantado al Hijo del hombre sabrán entonces que yo soy el ‘Yo soy,’ y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó.