Juan 14:21

Versión Biblia Libre

Aquellos que guardan mis mandamientos son los que me aman; aquellos que me aman, serán amados por mi Padre. Yo también los amaré, y me revelaré en ellos”.

Referencias Cruzadas

2 Reyes 18:6

Se mantuvo fiel al Señor y no dejó de seguirlo. Guardó los mandamientos que el Señor había dado a Moisés.

Salmos 35:27

En vez de eso, permite que los que están satisfechos de que he sido reivindicado celebren y griten de alegría. Que siempre digan, “¡Cuán grande es el Señor! Él es feliz cuando sus siervos viven en paz y tienen lo que necesitan”.

Éxodo 33:18

“Ahora, por favor, revélame tu gloria”, pidió Moisés.

Proverbios 8:17

Amo a los que me aman, y los que me buscan de corazón me encontrarán.

Jeremías 31:31

¡Mira! Se acerca el momento, dice el Señor, en que haré un nuevo acuerdo con el pueblo de Israel y de Judá.

Sofonías 3:17

El Señor tu Dios está en medio de ustedes como un poderoso guerrero que te salvas. Se alegrará en ti. Renovará su amor por ti. Cantará fuertemente celebrando tu existencia.

Lucas 11:28

Pero Jesús dijo: “Más benditos aún son los que oyen la palabra de Dios y siguen sus enseñanzas”.

Juan 14:15

“Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos.

Juan 14:18

“Yo no los abandonaré como huérfanos: regresaré a ustedes.

Juan 15:14

Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les digo.

Juan 16:14

Él me trae gloria porque él les enseña todo lo que recibe de mí.

Juan 16:27

porque el Padre mismo los ama—porque ustedes me aman y creen que vine de parte de Dios.

Juan 17:23

Yo vivo en ellos, y tú vives en mí. Que ellos puedan ser uno completamente, para que el mundo entero sepa que tú me enviaste, y que tú los amas, así como me amas a mí.

Hechos 22:18

Tuve una visión del Señor diciéndome: ‘¡Apresúrate! Debes irte pronto de Jerusalén, porque no aceptarán lo que estás enseñando acerca de mí’.

2 Corintios 12:8

Le rogué al Señor tres veces para deshacerme de este problema.

2 Corintios 3:18

Así que todos nosotros, con nuestros rostros descubiertos, vemos y reflejamos al Señor como en un espejo. Estamos siendo transformados conforme a la misma imagen del espejo, cuya gloria es cada vez más brillante. Esto es lo que hace el Señor, que es el Espíritu.

2 Corintios 4:6

Porque el Dios que dijo: “Que brille la luz en medio de la oscuridad”, brilló en nuestros corazones para iluminar el conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo.

Deuteronomio 11:13

Así que si te dedicas a guardar los mandamientos que te doy hoy, si amas al Señor tu Dios y adoras con toda tu mente y con todo tu ser,

Deuteronomio 7:13

Él te amará y te bendecirá y te dará muchos descendientes. Bendecirá a tus hijos y a las cosechas que produzca tu tierra – tu grano, tu vino nuevo y el aceite de oliva, así como los terneros y corderos de tus rebaños – en la tierra que les prometió a tus antepasados.

2 Tesalonicenses 2:16

Quiera nuestro Señor Jesucristo mismo y Dios el Padre (quien por medio de su gracia nos dio seguridad eterna y fiel esperanza),

2 Timoteo 4:22

Que el Señor esté contigo. Que su gracia esté con todos ustedes.

1 Juan 2:5

Pero los que siguen la palabra de Dios permiten que su amor llene sus corazones por completo. Así es como sabemos que vivimos en él.

1 Juan 3:1

¡Miren el amor que tiene el Padre para con nosotros! Por eso podemos ser llamados hijos de Dios, ¡porque eso es lo que somos! La razón por la que el mundo no nos reconoce como hijos de Dios es porque no lo reconocen a él.

1 Juan 5:3

Amar a Dios quiere decir que seguimos sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga pesada.

2 Juan 1:6

Y esto es el amor: que sigamos los mandamientos de Dios. Y el mandamiento, como oíste desde el principio, es que debemos vivir en amor.

Apocalipsis 2:17

Si tienes oídos, escucha lo que el Espíritu dice a las iglesias. A los que sean victoriosos les daré del maná escondido. Les daré una piedra blanca con un nombre nuevo escrito en ella, el cual nadie conoce sino solo quienes la reciben.

Apocalipsis 22:14

Benditos los que lavan sus túnicas para tener derecho al árbol de la vida, y para poder entrar a la ciudad por las puertas.

Apocalipsis 3:20

Mira, yo estoy tocando a la puerta. Si alguno oye mi llamado y abre la puerta, entraré y comeré con él, y él conmigo.