Entonces él se inclinó hacia Jesús y le preguntó, “Señor, ¿quién es?”
El rey preguntó a la reina Ester, exigiendo saber: “¿Quién es éste? ¿Dónde está el hombre que se ha atrevido a hacer esto?”
Simón Pedro le hizo señas para que le preguntara a Jesús de cuál de todos ellos hablaba.
Cuando Pedro se dio la vuelta, vio que el discípulo a quien Jesús amaba los seguía, el que estaba junto a Jesús durante la cena y que le preguntó, “Señor, ¿quién va a traicionarte?”