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Referencias Cruzadas
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Juan 13:1

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Era el día antes de la fiesta de la Pascua, y Jesús sabía que había llegado la hora de abandonar este mundo y volver a su Padre. Había amado a quienes estaban en el mundo y que eran suyos, y ahora les había demostrado por completo su amor hacia ellos.

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44 Referencias Cruzadas  

Estuve muy feliz en el mundo que creó, y celebrábamos juntos con los seres humanos.

Hace tiempo, el Señor vino y nos dijo: Mi amor por ustedes durará para siempre. Los mantengo cerca de mí con mi amor infinito.

Entonces regresó donde estaban sus discípulos, y les dijo: “¿Cómo es posible que aún estén durmiendo y descansando? Miren, el momento ha llegado. ¡El Hijo del hombre está a punto de ser entregado en manos de pecadores!

Enséñenles a seguir todos los mandamientos que yo les he dado a ustedes. Recuerden, yo estoy siempre con ustedes hasta el fin del mundo”.

“Aunque estuve con ustedes todos los días en el Templo, nunca me arrestaron. Pero este es el momento de ustedes, el momento cuando las tinieblas tienen el poder”.

Cuando se acercaba el tiempo de ascender al cielo, Jesús decidió con determinación ir a Jerusalén.

Ya casi era la fecha de la celebración de la Pascua judía, y mucha gente se fue del campo hasta Jerusalén para purificarse para la Pascua.

Jesús respondió: “Ha llegado el momento para que el Hijo del hombre sea glorificado.

Como Judas estaba a cargo del dinero, algunos de ellos pensaron que Jesús le estaba diciendo que se fuera y comprara lo necesario para la fiesta de la Pascua, o que fuera a donar algo a los pobres.

Jesús sabía que el Padre había puesto todas las cosas bajo su autoridad, y él había venido de Dios y ahora iba a regresar a Dios.

“Les estoy dando un nuevo mandato: ámense los unos a los otros. Ámense los unos a los otros de la misma manera que yo los he amado a ustedes.

“Ustedes me han escuchado decirles ‘Me voy pero regresaré a ustedes’. Si ustedes realmente me amaran, estarían felices porque voy al Padre, pues el Padre es más grande que yo.

pero yo estoy haciendo lo que mi Padre me dijo que hiciera, a fin de que el mundo sepa que yo amo al Padre. Ahora levántense. Vámonos”.

Yo dejé al Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y regreso a mi Padre”.

Cuando Jesús terminó de decir esto, levantó su Mirada al cielo y dijo: “Padre, ha llegado el momento. Glorifica a tu Hijo para que el Hijo pueda glorificarte.

Ellos no son del mundo, así como yo no soy del mundo.

Yo les he mostrado tu carácter y seguiré dándolo a conocer, para que el amor que tienes por mí esté en ellos, y yo viviré en ellos”.

Ahora, Padre, glorifícame ante ti con la gloria que tuve contigo antes de la creación del mundo.

Jesús sabía todo lo que le iba a pasar. Así que fue a recibirlos y preguntó: “¿A quién buscan ustedes?”

Jesús se dio cuenta entonces que había completado todo lo que había venido a hacer. En cumplimiento de la Escritura, dijo: “Tengo sed”.

Como ya casi era la fecha de la Pascua de los Judíos, Jesús se fue a Jerusalén.

Se acercaba la fecha de la fiesta judía de la Pascua.

Entonces ellos trataron de arrestarlo, pero ninguno puso una sola mano sobre él porque su tiempo aún no había llegado.

Jesús les dijo: “Este no es mi momento de irme. No todavía. Pero ustedes pueden irse cuando quieran, porque para ustedes cualquier momento es correcto.

Jesús explicaba esto mientras enseñaba cerca de la tesorería del Templo. Sin embargo, nadie lo arrestó porque aún no había llegado su tiempo.

No. En todas las cosas que nos suceden somos más que vencedores por medio de Aquél que nos amó.

Él también les dará fortaleza hasta el final, a fin de que se mantengan rectos hasta el día del Señor Jesucristo.

Porque somos socios con Cristo siempre y cuando mantengamos nuestra confianza en Dios de principio a fin.

Pero Cristo es un hijo, a cargo de la casa de Dios. Y nosotros somos la casa de Dios siempre y cuando nos aferremos con confianza a la esperanza en la cual decimos que creemos con orgullo.

Queremos que cada uno de ustedes demuestre el mismo compromiso y confianza en la esperanza de Dios, hasta que sea cumplida.

Asegúrense de que sus mentes estén alerta. Tengan un pensamiento claro. Fijen su esperanza exclusivamente en la gracia que les será dada cuando Jesús sea revelado.

Nosotros amamos porque él nos amó primero.

y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el gobernante de los reyes de la tierra. A Jesús, quien nos ama y nos libertó de nuestros pecados por medio de su sangre,




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