Pero si lo hago, deberían creerme por la evidencia de lo que he hecho. Así podrán ustedes entender que el Padre está en mí, y que yo estoy en el Padre”.
Cuando Jesús escuchó la noticia dijo: “El resultado final de esta enfermedad no será la muerte. A través de esto, será revelada la gloria de Dios, a fin de que el Hijo de Dios sea glorificado”.
“Dejo el mundo, pero ellos seguirán en el mundo mientras yo regreso a ti. Padre Santo, protégelos en tu nombre, el nombre que me diste a mí, para que ellos sean uno, así como nosotros somos uno.
Él vino por la noche donde Jesús estaba y le dijo: “Rabí, sabemos que eres un maestro que ha venido de parte Dios, porque nadie podría hacer las señales milagrosas que tú estás haciendo a menos que Dios esté con él”.
“Pueblo de Israel, escuchen esto: como bien lo saben, Jesús de Nazaret fue un hombre confirmado por Dios ante ustedes por medio de los milagros poderosos y las señales que Dios hizo por medio de él.