Uno de ellos dirá: “Pertenezco al Señor,” mientras que otro se llamará con el nombre de Jacob, y otro escribirá en su mano: “Pertenezco al Señor”, y se llamará Israel.
Hoy has declarado públicamente que el Señor es tu Dios y que seguirás sus caminos, guardarás las reglas y mandamientos y normas, y obedecerás lo que él diga.
Entonces Josué advirtió al pueblo: “Hoy se han convertido en testigos contra ustedes mismos al decir que han elegido adorar al Señor”. “Sí, somos testigos”, respondió el pueblo.