El Señor hizo entrar en pánico a los ejércitos amorreos cuando vieron a los israelitas. Los abatió con un gran golpe en Gabaón; los persiguió hasta Bet-horón, y los redujo en el camino hacia Azeca y Maceda.
Este fue el territorio asignado a la tribu de Efraín, por familias. El límite de su asignación iba desde Atarot-addar, en el este, hasta la parte alta de Bet-horón