Mientras Absalón ofrecía sacrificios, mandó llamar a Ahitofel el gilonita, consejero de David, pidiéndole que viniera desde Gilo, la ciudad donde vivía. La conspiración se hizo más fuerte, y los seguidores de Absalón seguían aumentando.
Así, Josué conquistó toda la tierra: la región montañosa, el Néguev, toda la tierra de Gosén, las estribaciones occidentales, el valle del Jordán, las montañas de Israel y las estribaciones orientales.