Cuando llegaron al Valle de Escol cortaron una rama que tenía un solo racimo de uvas. Tenían que cargarla en un palo sostenido entre dos hombres. También recogieron algunas granadas e higos.
Luego vinieron sus hermanos y toda su familia, lo llevaron de vuelta y lo enterraron entre Zora y Estaol, en la tumba de su padre Manoa. Dirigió a Israel como juez durante veinte años.