El Señor le había ordenado a Josué que asignara algunas tierras en el territorio de Judá a Caleb, hijo de Jefone, y así se le dio la ciudad de Quiriat-arba, o Hebrón. (Arba era el padre de Anac).
Algún tiempo después de esto, David le preguntó al Señor: “¿Debo ir a una de las ciudades de Judá?” . “Sí, hazlo”, respondió el Señor. “¿A cuál debo ir?” preguntó David. “Ve a Hebrón”, dijo el Señor.
Entonces Caleb pidió silencio mientras la gente se paraba delante de Moisés y les decía: “Vamos a tomar la tierra. Podemos conquistar el país, ¡sin duda!”
Durante este tiempo Josué también aniquiló a los descendientes de Anaki que vivían en la región montañosa de Hebrón, Debir y Anab, y toda la región montañosa de Judá e Israel. Josué apartó y destruyó completamente sus ciudades,
Así que asignaron las siguientes ciudades santuario Cedes de Galilea, en la región montañosa de Neftalí; Siquem, en la región montañosa de Efraín; y Quiriat-arba (o Hebrón), en la región montañosa de Judá.
El hombre se llamaba Nabal, y su esposa se llamaba Abigail. Era una mujer sabia y hermosa, pero su marido era cruel y trataba mal a la gente. Era descendiente de Caleb.