Juntos volarán cuesta abajo para atacar a los filisteos del oeste; saquearán a los pueblos del este. Derrotarán a Edom y a Moab, y los amonitas se convertirán en sus súbditos.
El Señor dividirá el Golfo de Suez; agitará su mano sobre el río Éufrates creando un viento abrasador. Se dividirá en siete corrientes que la gente podrá cruzar fácilmente a pie.
“Babilonia debe cargar con la responsabilidad de los violentos ataques contra nosotros”, dicen los habitantes de Sión. “El pueblo de Babilonia debe cargar con la responsabilidad de la sangre derramada en mi ciudad”, dice Jerusalén.
Celebren y alégrense mientras puedan, pueblo de Edom, ustedes que viven en la tierra de Uz, porque esta copa se les pasará a ustedes también. Ustedes se embriagarán y se desnudarán.
Visión de Abdías. Esto fue lo que el Señor dijo acerca de la tierra de Edom. Hemos escuchado del Señor que un mensajero ha sido enviado a las naciones. ¡Prepárense! ¡Vamos a la guerra contra Edom!
Así como destruíste los bosques del Líbano, también serás destruido; cazaste a los aniumales allí y ahora ellos te cazarán a ti. Porque derramaste sangre humana y destruiste naciones y ciudades con sus habitantes.