Pero si oras a Dios y le pides ayuda,
“Pero si te arrepientes y extiende tus manos para rezarle,
Mira qué feliz es la persona a la que Dios corrige, así que no desprecies la disciplina del Todopoderoso.
“Si fuera yo, iría donde Dios y expondría mi caso ante él.
Aunque tenga razón, no puedo responderle. Debo implorar la misericordia de mi juez.