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Referencias Cruzadas
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Jeremías 6:30

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Son identificados como plata impura que hay que rechazar, porque el Señor los ha rechazado.

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16 Referencias Cruzadas  

El Señor se desentendió de todos los descendientes de Israel. Los castigó y los entregó a sus enemigos, hasta que los desterró de su presencia.

Tú tratas a los perversos en la tierra como seres despreciables que han de ser desechados. Por eso amo tu ley.

Se aterrorizarán por completo, tendrán más miedo del que nunca han tenido. Dios esparcirá los huesos de los que pelean contra ti; los derrotarás porque Dios los ha rechazado.

Quita la escoria de la plata y el platero tendrá plata pura para hacer su trabajo.

Su plata se ha convertido en un desperdicio sin valor; su vino se ha aguado.

Me volveré contra ti. Te refinaré en un horno y eliminaré así todas las impurezas.

¿Realmente has rechazado a Judá? ¿Odias tanto a Sión? ¿Por qué nos has herido tanto que no podemos curarnos? Esperábamos la paz, pero en lugar de ello no ha llegado nada bueno; esperábamos un tiempo de curación, pero en lugar de ello sólo ha habido terror repentino.

Por eso, cuando venga un profeta, un sacerdote o cualquier otra persona y les pregunte: “¿Cuál es la carga del Señor?” diles, no te estoy dando una carga. Me desentiendo de ustedes, declara el Señor.

Este es el mensaje que le llegó a Jeremías de parte del Señor:

Córtense el pelo y tírenlo. Canten una canción de duelo en las colinas desnudas, porque el Señor ha rechazado y abandonado a la generación que lo hizo enojar”.

¿O es que nos has rechazado por completo? ¿Estás realmente enfadado con nosotros?

Mi Dios te rechazará porque no lo has escuchado, y serás un pueblo de vagabundos sin hogar entre las naciones.

En un mes despedí a tres pastores. Mi paciencia con ellos se agotó, y ellos también me odiaron.

“Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo podrán hacer que sea salada nuevamente? No sirve para nada, sino que se bota y es pisoteada.

Pero entonces pregunto: “¿Acaso Dios ha rechazado a su pueblo?” ¡Por supuesto que no! Yo mismo soy israelita, de la tribu de Benjamín.




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