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Referencias Cruzadas
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Jeremías 49:31

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Vayan y ataquen esa nación autocomplaciente que se cree segura, declara el Señor. No tienen puertas cerradas y no tienen aliados.

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17 Referencias Cruzadas  

Ya hemos tenido más que suficiente de los insultos del orgulloso, y el menosprecio del arrogante.

¡Miren a los malvados! ¡No tienen nada de qué preocuparse en el mundo y siempre están ganando dinero!

¡Tiemblen, mujeres que viven con tranquilidad! ¡Tiemblen ustedes las que creen estar seguras! Despójense de sus ropas, desnúdense y pónganse un saco alrededor de la cintura.

¡Levántense, mujeres que andan relajadas, y presten atención a lo que digo! Ustedes, señoras sin preocupaciones, ¡escúchenme!

Que grite la gente del desierto y de sus ciudades; que grite en voz alta la gente de las aldeas de Cedar. Que los pueblos de Sela canten de alegría; que griten desde las cimas de las montañas.

Ahora escucha esto, mujer sensual, sentado ahí tan seguro de ti mismo, diciéndote: “Soy supremo—no hay nadie más que yo. Nunca seré viuda ni experimentaré la pérdida de mis hijos”.

El pueblo de Moab ha vivido cómodamente desde que se fundó el país. Son como el vino que no se ha alterado, que no se ha vertido de un recipiente a otro. Así que el sabor y la fragancia siguen siendo los mismos. No han experimentado el exilio.

“En ese momento enviaré mensajeros en barcos para sacudir a Cus de su sensación de seguridad. Temblarán de miedo cuando los desastres golpeen a Egipto. ¡Cuidado! Definitivamente, ¡se acerca!

Te dirás a ti mismo: ‘Voy a atacar un país de pueblos sin defensa, un pueblo pacífico que no sospecha de un ataque. Todos viven en pueblos sin muros defensivos ni puertas con barrotes.

“Prenderé fuego a Magog, así como a las tierras costeras donde la gente cree que es seguro vivir, y entonces reconocerán que yo soy el Señor.

Protege a tu pueblo con la vara del pastor. Cuida de tu rebaño, de tu pueblo especial, que vive solo en el desierto y en tierra de cultivos. Déjalos pastar como antes en Basán y en Galaad.

Esto es lo que dice el Señor: Aunque sean fuertes y numerosos, ellos serán destruidos y morirán. Aunque yo les he causado angustia, ya no lo haré más.

Esto es lo que le sucederá a esta ciudad triunfante que creyó estar segura. “¡Mírenme!” decías con arrogancia. “¡No hay ciudad cuya grandeza sea como la mía!” Pero has quedado desolada, y eres apenas el hogar de animales salvajes. Todos los que pasan te señalarán con el dedo y se burlarán de ti con desdén.

Porque yo los miro desde lo alto de los peñascos; los observo desde las colinas. Veo un pueblo que vive por su cuenta, diferente de las otras naciones.

Como resultado, Israel vive en paz; Jacob no tiene problemas en un país de grano y vino nuevo, donde los cielos gotean de rocío.




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