Ya no hay fiesta ni alegría en los huertos y campos de Moab. He detenido el jugo de uva que fluye de los lagares. Nadie grita de alegría al pisar las uvas. No, sus gritos ahora no son de alegría.
Hará que la nación crezca enormemente y la hará extremadamente feliz. El pueblo festejará ante ti como festejan los pueblos en la época de la cosecha, como festejan los soldados al repartir el botín.
¿cómo eran sus vidas? Esperaban un granero lleno con viente medidas pero solo encontraron diez. Pensaron que podían vaciar cincuenta medidas del lagar pero solo había veinte.