Todas las naciones le servirán a él, a su hijo y a su nieto, hasta el momento en que su propia tierra quede bajo el control de otras naciones y de reyes poderosos.
Esto es lo que dice el Señor: Mira, voy a entregar al faraón Hofra, rey de Egipto, a sus enemigos que intentan matarlo, de la misma manera que entregué a Sedequías, rey de Judá, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo que intentaba matarlo”.