En ese momento el Señor actuará por segunda vez para hacer volver al resto de su pueblo de Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Babilonia, Hamat y de las islas del Mediterráneo.
Los dirigentes de Zoán se han vuelto estúpidos; los dirigentes de Menfis han sido engañados; los líderes importantes de Egipto han engañado a su pueblo.
Pero los higos malos, tan malos que no se pueden comer, dice el Señor, representan la forma en que trataré a Sedequías, rey de Judá, a sus funcionarios y a los que quedan de Jerusalén, así como a los que quedan en este país y a los que viven en Egipto.
Todos los hombres que sabían que sus esposas estaban quemando incienso a otros dioses, y todas las mujeres que estaban allí, una gran multitud de gente, los que vivían en Egipto y en el Alto Egipto, le dijeron a Jeremías:
¡Grita una advertencia en Egipto! Avisen a todos en Migdol, y en Menfis y Tafnes: Prepárense para defenderse, porque la guerra está destruyendo todo a su alrededor.
por eso te condeno a ti y a tu río. Arruinaré a Egipto, convirtiéndolo en un páramo vacío desde Migdol, en el norte, hasta Asuán, en el sur, y hasta la frontera con Cus.
“Esto es lo que dice el Señor Dios: Voy a destruir los ídolos y a deshacerme de las imágenes en Menfis. Ya no habrá príncipe en Egipto, y haré que todos en el país se aterroricen.
Será un día oscuro en Tafnes cuando rompa el poder de Egipto y ponga fin a su orgullosa fuerza. Será bajo una nube cuando el pueblo vaya al cautiverio.
Miren, se han ido por causa de la destrucción: Egito los reunirá y Menfis los sepultará. Gracias a su plata tienen un “tesoro valioso”. La maleza los poseerá, y los espinos crecerán sobre sus tiendas.