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Referencias Cruzadas
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Jeremías 43:10

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Diles que esto es lo que dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: Voy a enviar a buscar a mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y lo traeré aquí. Pondré su trono sobre estas piedras que he colocado en el pavimento, y él extenderá su tienda real sobre ellas.

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19 Referencias Cruzadas  

Ben Adad recibió este mensaje mientras él y los reyes estaban bebiendo en sus tiendas. Inmediatamente dio la orden a sus oficiales: “¡Prepárense para atacar!”. Así que se prepararon para atacar la ciudad.

Partieron al mediodía, mientras Ben Adad y los treinta y dos reyes que lo acompañaban estaban ocupados emborrachándose en sus tiendas.

Se escondió en la oscuridad, cubriéndose con negras nubes tormentosas.

Cuando los problemas vengan él me protegerá y me mantendrá a salvo, me esconderá en su casa, tan seguro como si me hubiera puesto en una gran roca.

Los albergaste y los protegiste con tu presencia, manteniéndolos bien lejos de sus enemigos que planeaban contra ellos. Los mantuviste a salvo de ataques y acusaciones.

Cuando le diga a Ciro: ‘Tú eres mi pastor’, él cumplirá todo lo que yo quiera. Él dará la orden: Jerusalén será reconstruida, y dirá: ‘El Templo será restaurado’”.

Esto es lo que dice el Señor a Ciro, el que ha ungido, a Ciro, cuya mano derecha he agarrado para dirigirlo a derrotar naciones y debilitar reyes, para abrir ante él puertas y portones que no se cerrarán.

¡Presta atención! Voy a convocar a todas las naciones y a los reyes del norte”, declara el Señor. “Cada uno de estos reyes vendrá y pondrá sus tronos justo a la entrada de las puertas de Jerusalén, y atacará todas sus fortificaciones y todas las ciudades de Judá.

Mientras el pueblo de Judá observa, consigue algunas piedras grandes y ponlas en el cemento del pavimento de ladrillos en el camino de entrada al palacio del faraón en Tafnes.

Este es el mensaje que el Señor dio al profeta Jeremías sobre el ataque de Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Egipto:

En Elam instalaré mi trono y destruiré a su rey y a sus funcionarios, declara el Señor.

“Un tercio de tu pueblo morirá de enfermedad o de hambre dentro de la ciudad; un tercio morirá a espada fuera de los muros de la ciudad; y un tercio lo esparciré al viento en todas direcciones, y soltaré una espada detrás de ellos para perseguirlos.

Él está a cargo del tiempo y de la historia. El quita reyes y pone reyes en su lugar. Da sabiduría para que la gente sea sabia; da conocimiento a la gente para que pueda entender.

El rey se puso furioso. Entonces envió a sus soldados para destruir a esos asesinos y quemar su ciudad.




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