Ebed-melec tomó a los hombres y se dirigió al almacén bajo el palacio. Tomó de allí algunos trapos y ropas viejas y se dirigió a la cisterna donde los bajó con cuerdas a Jeremías.
Ebed-melec el cusita, un funcionario real del palacio del rey, descubrió que habían metido a Jeremías en la cisterna. El rey estaba sentado en la puerta de Benjamín,