Así como los cielos nuevos y la tierra nueva que yo haré durarán para siempre, también tu descendencia y tu nombre durarán para siempre, dice el Señor.
“Pero a pesar de todo esto, aunque vivan en la tierra de sus enemigos, no los rechazaré ni los odiaré tanto como para destruirlos y romper mi acuerdo con ellos, porque yo soy el Señor su Dios.