Esto es lo que dice el Señor: Cuando vengan esas naciones malvadas cercanas que atacan el país que le di a mi pueblo Israel, voy a desarraigarlos de su tierra. También voy a desarraigar al pueblo de Judá de entre ellos.
¡Pero escuchen! Se acerca el tiempo, declara el Señor, en que la gente ya no hará votos, diciendo. “Por la vida del Señor, que sacó a los israelitas de Egipto”.
En cambio, dirán: “Por la vida del Señor, que hizo regresar a los israelitas del país del norte y de todos los demás países donde los había exiliado”. Los haré regresar al país que les di a sus antepasados.
En cambio, dirán: “Por la vida del Señor, que hizo regresar a los israelitas del país del norte y de todos los demás países donde los había exiliado”. Entonces vivirán en su propio país.
Dejaré que me encuentres, declara el Señor. Acabaré con tu cautiverio, reuniéndote de todas las naciones y lugares donde te dispersé, declara el Señor. Los haré volver a casa, al lugar desde donde os envié al exilio.
Esto es lo que dice el Señor: Haré que los descendientes de Jacob vuelvan a sus hogares y me apiadaré de sus familias. La ciudad será reconstruida sobre sus ruinas, y el palacio volverá a estar en pie donde debe estar.
Escuchen, naciones, lo que el Señor tiene que decir, y háganlo saber a otros en países lejanos: El Señor, que dispersó a Israel, lo reunirá y lo mantendrá a salvo, como un pastor cuida de su rebaño.
Porque esto es lo que dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: Llegará el momento en que de nuevo se comprarán casas, campos y viñedos en este país”.
“Diles que esto es lo que dice el Señor Dios: Voy a reunirlos a ustedes de las otras naciones y los traeré de vuelta de los países donde han sido dispersados, y les devolveré el país de Israel.
“Esto es lo que dice el Señor Dios: Cuando haga volver al pueblo de Israel de las naciones donde ha sido dispersado mostraré mi carácter santo a través de ellos, mientras todos los observan. “Entonces vivirán en su propio país, el que le di a mi siervo Jacob.
Allí vivirán con seguridad, construyendo casas y plantando viñedos. Vivirán allí con seguridad cuando yo castigue a todos los que los rodean y los tratan con desprecio. Entonces sabrán que yo soy el Señor, su Dios”.
El pueblo de Israel y el pueblo de Judá se reunirán y ellos mismos elegirán un líder, y tomarán posesión de la tierra. Y el día de Jezreel será grande”.
Después de esto, el pueblo de Israel volverá y se dedicará al Señor su Dios y al linaje de David, su rey. En los últimos días vendrán con asombro y reverencia por el Señor y su bondad.
En ese tiempo, los traeré a casa, y los reuniré. Les daré una buena reputación, y serán alabados por todos los pueblos de la tierra, cuando yo restaure tu posición ante tus propios ojos, dice el Señor.