Entonces el Señor le dio a Jeremías este mensaje
“Sin embargo, Señor Dios, me has dicho: ‘¡Compra tú mismo el campo con plata delante de los testigos, aunque la ciudad haya sido entregada a los babilonios!’”
¡Mira! Yo soy el Señor, el Dios de todos. ¿Hay algo que sea demasiado difícil para mí?