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Referencias Cruzadas
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Jeremías 31:7

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Esto es lo que dice el Señor: ¡Canten con alegría por los descendientes de Jacob; griten por la más grande de todas las naciones! ¡Que todo el mundo lo sepa! Alaben y griten: “¡Señor, salva a tu pueblo, a los que quedan de Israel!”

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37 Referencias Cruzadas  

¡Sálvanos, Señor, Dios nuestro! reúnenos nuevamente de entre todas las naciones, para que podamos agradecerte y hablar de lo maravilloso que eres.

Reímos mucho y cantamos de alegría. Las otras naciones dijeron, “El Señor ha hecho cosas maravillosas por su pueblo”.

¡Si tan solo la salvación de Dios viniera de Sión! Cuando el Señor restaure a su pueblo, el pueblo de Jacob celebrará y el pueblo de Israel se alegrará.

¡Salva a tu pueblo! ¡Bendice a tu “especial tesoro”! ¡Sé su pastor y sostenlos en tus brazos para siempre!

Que Dios sea misericordioso con nosotros y nos bendiga. Que hallemos gracia ante sus ojos. Selah.

Porque Dios salvará a Sión, y reconstruirá las ciudades de Judá. Ellos viven allí y poseen la tierra.

Si el Señor Todopoderoso no nos hubiera dejado sobrevivir a algunos de nosotros, nos habríamos convertido en Sodoma y Gomorra.

En ese momento el Señor actuará por segunda vez para hacer volver al resto de su pueblo de Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Babilonia, Hamat y de las islas del Mediterráneo.

El remanente que quede de Judá revivirá, echando raíces abajo y dando frutos arriba.

Tal vez el Señor, tu Dios, al oír el mensaje que el comandante del ejército entregó en nombre de su amo, el rey de Asiria -un mensaje enviado para insultar al Dios vivo- lo castigará por sus palabras. Por favor, reza una oración por el remanente de nosotros que aún sobrevive”.

Canten en fiesta, cielos, porque el Señor ha hecho esto; griten con fuerza, profundidades de la tierra. Griten de alegría, montañas, bosques y todo árbol. Porque el Señor ha liberado a Jacob, y su gloria se muestra en Israel.

Los vigilantes de la ciudad gritan con fuerza y cantan juntos de alegría; todos ven que el Señor vuelve a Jerusalén.

Sus descendientes serán reconocidos entre las naciones, y sus hijos entre los pueblos. Todo el que los vea estará de acuerdo en que son gente que el Señor ha bendecido.

¡Canten al Señor! ¡Alaben al Señor! Porque él salva a los pobres del poder de los malvados.

Yo mismo reuniré lo que queda de mi rebaño de todos los países donde lo desterré, y lo devolveré a sus pastos, donde aumentará en número.

No hay duda de que el culto pagano de las colinas es pura mentira; la idolatría que viene de las montañas es sólo ruido. La salvación de Israel está sólo en el Señor, nuestro Dios.

Volverán y celebrarán con gritos de alegría en el monte Sión; sus rostros resplandecerán ante los maravillosos regalos del Señor: el grano, el vino nuevo y el aceite de oliva, y las crías de sus rebaños y manadas. Su vida será como un jardín bien regado; y no volverán a deprimirse.

¡Qué desolada está la ciudad de Jerusalén, antes llena de gente! Ella se ha vuelto como una viuda, la que antes era grande entre las naciones. La reina de todo el mundo se ha convertido en una esclava.

“Sin embargo, dejaré que algunos de ustedes sobrevivan y los dispersaré entre las otras naciones.

Pero tendré piedad de los de la casa de Judá y los salvaré. Pero no será con arco ni espada, ni tampoco con guerreros de a caballo”.

Entonces todos los que invoquen el nombre del Señor serán salvados, serán rescatados del Monte de Sión y Jerusalén, como dijo el Señor: estos están entre los sobrevivientes que el Señor ha llamado.

Aborrezcan el mal y amen el bien. Asegúrense de que gane la justiciar en las cortes. Quizás el Señor Dios de poder tenga misericordia de los que quedan entre el pueblo de Jacob.

Ciertamente los reuniré a todos ustedes, descendientes de Jacob, y traeré de regreso a los que quedaron, a Israel. Los reuniré como ovejas en el redil, como un rebaño en una pradera. La tierra estará llena de celebración.

¿Quién es un Dios como tú, que perdona el pecado y olvida la rebelión de los que aún quedan en su pueblo especial? Tu no persistes en tu enojo, pues te deleitas en mostrar amor incondicional.

Por ello, juro por mi vida, declara el Dios Todopoderoso, el Dios de Israel, que los moabitas serán como Sodoma, y los amonitas como Gomorra. Su tierra será un lugar lleno de ortigas y sembrados de sal y ruinas para siempre. Y los que quedan en mi pueblo los saquearán y ocuparán su tierra.

Hoy sucede exactamente lo mismo: aún quedan algunas personas fieles, escogidas por la gracia de Dios.

Isaías clama, respecto a Israel: “Aun cuando los hijos de Israel han llegado a ser tantos como la arena del mar, solo unos cuantos se salvarán.

El Señor te pondrá en el primer lugar, no en el último. Sólo subirás, nunca bajarás, siempre y cuando escuches y sigas cuidadosamente los mandamientos del Señor tu Dios que te doy hoy.

¡Celebren con él! ¡Que todos los ángeles de Dios lo adoren! Celebren, extranjeros, con su pueblo; porque él pagará a los que mataron a sus hijos. Castigará a sus enemigos, y pagará a los que lo odien; purificará su tierra y su pueblo.




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