Voy a castigarlo a él y a sus descendientes y funcionarios por sus pecados. Haré caer sobre ellos y sobre el pueblo que vive en Jerusalén y en Judá, todos los desastres de los que les advertí, pero se negaron a escuchar.
Las visiones de tus profetas fueron falsas y sin valor; no señalaron tu culpa para evitar que fueras llevada al cautiverio. En cambio, te presentaron visiones falsas y engañosas.
Si alguno sigue profetizando, su padre o madre le dirán: “No vivirás, porque has engañado en nombre del Señor”. Entonces sus padres lo matarán, porque ha profetizado.