Los profetas están profetizando mentiras en mi nombre, respondió el Señor. Yo no los envié, ni los elegí, ni les hablé. Es una visión mentirosa, una predicción vacía, un producto engañoso de sus propias mentes lo que te están profetizando.
Presten atención a esto declara el Señor, me opongo a los que profetizan sueños ficticios. Los cuentan para llevar a mi pueblo al pecado con sus mentiras descabelladas. Yo no los envié ni les di instrucciones, y no le hacen ningún bien a nadie, declara el Señor.
Yo no los envié, declara el Señor, y sin embargo están dando falsas profecías en mi nombre. Por eso los expulsaré y morirán, ustedes y los profetas que les profetizan.
Entonces el profeta Jeremías le dijo al profeta Hananías: “¡Escucha esto, Hananías! El Señor no te envió a ti, pero tú has convencido a este pueblo de creer en una mentira.
Envía este mensaje a todos los exiliados: Esto es lo que dice el Señor sobre Semaías el nehelamita. Ya que Semaías les ha profetizado, aunque yo no lo envié, y los ha convencido de creer en una mentira,
Esto es lo que dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: No te dejes engañar por tus profetas y adivinos, y no escuches ningún sueño que te interpreten.