Toma el taparrabos que compraste y póntelo, y ve inmediatamente al río Perat y escóndela allí en un agujero entre las rocas.
Cuando nos sentábamos a orillas de los ríos de Babilonia, llorábamos al recordar a Sión.
Entonces el Señor me dio otro mensaje:
Retuércete en agonía como la mujer al dar a luz, pueblo de Sión, porque serás expulsado de la ciudad, y obligado a acampar a las afueras, y deportado a Babilonia. Pero el Señor te traerá de regreso y te rescatará del poder de tus enemigos.
Juan tenía ropas hechas con pelo de camello, con un cinturón de cuero puesto en su cintura. Su alimento era langostas y miel silvestre.