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Referencias Cruzadas

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Isaías 51:13

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¡Te has olvidado del Señor, tu Hacedor, que extendió los cielos y que puso los cimientos de la tierra! Por eso tiemblas de miedo todo el día, porque te amenaza la ira de los que te oprimen, queriendo destruirte. Pero, ¿dónde están ahora tus opresores y su ira?

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56 Referencias Cruzadas  

Su esposa Zeres y sus amigos le dijeron: “Haz que se levante un poste de cincuenta codos de altura. Luego, por la mañana, ve y pide al rey que haga empalar a Mardoqueo en él. Después, serás feliz mientras vas con el rey a la cena”. A Amán le pareció un buen consejo, así que hizo colocar el poste.

Así que empalaron a Amán en el poste que había colocado para Mardoqueo. Entonces se calmó la ira del rey.

¿Puedes martillar el cielo para que sea como un espejo fundido, como hace él?

Sólo él es quien extiende los cielos y camina sobre las olas del mar.

Usas la luz como vestidura; tú extiendes el tejido de los cielos.

Pero ellos olvidaron rápidamente lo que Dios había hecho por ellos, y no escucharon sus advertencias.

Incluso la ira humana contra ti te hace brillar, porque la usas como corona.

Así que esto es lo que dice el Señor, el Señor Todopoderoso: Pueblo mío que vive en Sión, no tengan miedo de los asirios que los golpean con varas y los golpean con garrotes, como hicieron los egipcios.

Se burlarán del rey de Babilonia, diciendo: “¡Cómo se ha acabado tu dominio opresor y se ha detenido tu insolencia!

Deja que mis refugiados se queden entre ustedes, Moab. Escóndelos de nuestros enemigos hasta que desaparezca el destructor, termine la destrucción y se vayan los invasores agresivos.

Te has olvidado del Dios que te salva; no te has acordado de la Roca que te protege. Por eso, aunque siembren plantas hermosas y hagan crecer vides exóticas,

¿No lo sabes? ¿No te has enterado? ¿No se te ha explicado desde el principio? ¿No has entendido desde que se creó el mundo?

Dios se sienta en su trono sobre el horizonte de la tierra; los pueblos que la habitan son como saltamontes. Él extiende los cielos como una cortina, los extiende como una tienda para vivir.

Esto es lo que dice Dios, el Señor, el que creó los cielos y los extendió, el que hizo la tierra y todo lo que hay en ella, el que da aliento a los que están en ella y vida a los que la habitan:

Pero ahora esto es lo que el Señor dice a Jacob, el que te creó; a Israel, el que te formó: “¡No tengas miedo! Yo te he salvado. Te he llamado por tu nombre; eres mío.

Esto es lo que dice el Señor, tu Redentor, que te formó en el seno materno: “Yo soy el Señor, el Creador de todo. Sólo yo hice los cielos, y yo mismo formé la tierra.

Yo soy el que hizo la tierra y creé a los seres humanos para que vivieran en ella. Fueron mis manos las que extendieron los cielos, y ordené que todas las estrellas llegaran a existir.

Porque esto es lo que dice el Señor, el Dios que creó los cielos, que formó e hizo la tierra, él la fundó. No la hizo para dejarla vacía, sino que la formó para ser habitada. Él es quien dice: Yo soy el Señor, y no hay Dios fuera de mí.

Yo puse los cimientos de la tierra con mis propias manos; yo personalmente extendí los cielos. Cuando llamo a las estrellas, todas toman su posición.

Haré que tus opresores coman su propia carne y beban su propia sangre como si fuera vino. Entonces todos sabrán que yo, el Señor, soy tu Salvador y Redentor, el Poderoso de Israel.

Tu sociedad funcionará a partir de principios de bondad y de derecho; no habrá nadie que te oprima. No tendrás miedo; no tendrás que enfrentar ningún tipo de terror.

¿De quién te asustaste? ¿Quién te asustó tanto que me mentiste, te olvidaste de mí, y ni siquiera pensaste en mí? ¿Es porque he estado callado durante tanto tiempo que ni siquiera me temes?

Dile que se calme y se calle. No tengas miedo ni te asustes por un par de trozos de leña que arden, por la ira ardiente de Rezín y Aram, y del hijo de Remalías.

Porque romperás el yugo que los agobia, la barra sobre sus hombros y la vara de los opresores que los golpean, como hiciste cuando derrotaste al ejército madianita.

¿Acaso una muchacha olvida sus joyas o una novia su vestido de novia? Sin embargo, mi pueblo me ha olvidado durante demasiados años para contarlos.

Pero el rey Sedequías le dijo a Jeremías: “Tengo miedo de la gente de Judá que se ha pasado a los babilonios, porque los babilonios podrían entregarme a ellos para que abusen de mí”.

para alejarse de los babilonios. Tenían miedo de lo que hicieran los babilonios porque Ismael había asesinado a Gedalías, el gobernador del país nombrado por el rey de Babilonia.

Fue Dios quien hizo la tierra con su poder. Creó el mundo con su sabiduría y con su entendimiento puso los cielos.

El Dios de Jacob no es como esos ídolos, pues es el creador de todo, incluso de su propio pueblo, que es especial para él. El Señor Todopoderoso es su nombre.

“¿Están dispuestos ahora a postrarse y adorar la estatua que hice cuando oigan el sonido de los instrumentos musicales? Si no lo haces, serás arrojado inmediatamente al horno de fuego ardiente, ¡y no hay dios que pueda salvarte de mi poder!”

Pero aunque no lo haga, Su Majestad debe saber que nunca serviríamos a sus dioses ni adoraríamos la estatua de oro que usted ha erigido”.

Esto hizo que Nabucodonosor se enojara tanto con Sadrac, Mesac y Abednego que su rostro se torció de rabia. “¡Hagan el horno siete veces más caliente de lo normal!”, ordenó.

De inmediato el ángel del Señor lo derribó, porque no le dio la gloria a Dios. Y fue consumido por los gusanos y murió.

¿Qué decir entonces de los sabios, de los escritores, de los filósofos de esta era?

Muerte, ¿dónde está tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón”?

Abandonaste a la Roca que te engendró; olvidaste al Dios que te dio a luz.

asegúrate de no olvidartedel Señor que te sacó de Egipto, de la prisión de la esclavitud.

Asegúrate de no olvidar al Señor tu Dios desobedeciendo sus mandamientos y reglas que te doy hoy.

Porque si les importara el país que habían dejado atrás, habrían regresado.

Y capturaron a la bestia, junto al falso profeta que hacía milagros en su presencia (por medio de los cuales engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia y los que adoraban su imagen). Ambos fueron lanzados vivos en el lago de fuego que arde con azufre.

Y marchaban sobre la tierra con un frente amplio y rodearon el campo donde estaban los creyentes, la ciudad amada. Pero cayó fuego del cielo y los quemó.




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