Te daré un tesoro oculto, un tesoro escondido en lugares secretos, para que sepas con certeza que yo soy el Señor, el Dios de Israel, el que te llama por tu nombre.
“Esto es lo que dice Ciro, rey de Persia: ‘El Señor, el Dios de los cielos, que me ha dado todos los reinos de la tierra, me ha dado la responsabilidad de construirle un Templo en Jerusalén, en Judá.
Moisés le dijo al Señor: “Mira, me has estado diciendo: ‘Ve y dirige a estepueblo’, pero no me has hecho saber a quién vas a enviar conmigo. Y sin embargo has declarado: ‘Te conozco personalmente, x y estoy feliz contigo’.
Pero ahora esto es lo que el Señor dice a Jacob, el que te creó; a Israel, el que te formó: “¡No tengas miedo! Yo te he salvado. Te he llamado por tu nombre; eres mío.
Escúchenme, habitantes de las islas! ¡Presta atención, tú que vives lejos! El Señor me llamó antes de que naciera; me dio mi nombre cuando aún estaba en el vientre de mi madre.
Pero diez de ellos suplicaron a Ismael: “¡No nos mates! Tenemos cosas buenas escondidas en los campos: trigo, cebada, aceite de oliva y miel”. Así que Ismael no los mató junto con los demás.
¡Vengan a atacarla por todos lados! Abre sus graneros; recoge el botín que tomes de ella como montones de grano. Apártenla para destruirla; no dejen ningún sobreviviente.
Se ha levantado una espada para atacar a sus caballos y carros, junto con todos los soldados extranjeros que la acompañan, y se convertirán en mujeres asustadas. Se ha levantado una espada para atacar sus almacenes de tesoros, y serán saqueados.